martes, 22 de julio de 2014

Imagen de marca: 1. El logotipo

Inauguramos sección. En "Imagen de marca" vamos a tratar aquellos aspectos de nuestra gestión que van a afectar a cómo perciben los clientes (y otros agentes externos) a nuestra empresa.

En esta primera entrada vamos a hablar del logotipo. Y vamos a hablar de ello en el sentido más normalizado del término, de lo que todos entendemos cuando oímos decir "logotipo". El que quiera entrar en distinciones más técnicas, puede entrar por ejemplo aquí.

Lo primero que quiero decir es que el éxito o fracaso de nuestra empresa no va a depender (salvo casos muy extremos) del logo o nombre comercial que elijamos. Hay gente que parece creer que el futuro de todo su negocio pende de una buena o mala elección en ese sentido, y querría relativizar esa idea.

Seamos serios, el tremendo éxito de marcas como Ikea, Nike o Adidas (por nombrar algunas) no ha sido fruto de lo acertado de la elección del nombre o logotipo. Si ahora cualquiera de esos nombres (o sus imágenes gráficas) nos evocan el éxito comercial más rotundo es debido a años de inversión, trabajo duro y buen hacer empresarial. Gracias a todo eso, oímos "Nike" y pensamos en un referente en su sector y, podríamos decir, en nuestras vidas. Nike es un buen nombre y su logo es de los mejores que he visto, y eso ayuda, pero no es el aspecto decisivo y fundamental.

Eso no quiere decir que la cuestión no sea importante y que cualquier nombre o logotipo sea igual de válido. Veremos porqué no más adelante. Para empezar, mi consejo es que recurramos a profesionales con experiencia. Eso de "Ya me diseñará el logotipo mi  sobrina de 15 años que dibuja muy bien..." no suele funcionar.

Pero que recurramos a un profesional no significa que nos abandonemos en sus manos. Debemos tener unos criterios claros para comunicarle qué queremos, y posteriormente para juzgar si su trabajo es adecuado y cumple nuestras expectativas. 

No voy a definir lo que es un "buen logotipo", es algo demasiado subjetivo. Pero sí voy a dar criterios o reglas para evitar un "mal logotipo". O dicho de otro modo, criterios o reglas mínimos que debe cumplir un logotipo para cumplir su función. A partir de estos mínimos, el gusto de cada uno y el buen hacer y creatividad de los profesionales que contrate, marcarán la diferencia.

La funcionalidad de un logotipo radica en su capacidad de identificar la empresa o producto frente a los de la competencia y transmitir al público una serie de valores y sensaciones.

Por supuesto estos son factores un tanto subjetivos y, por tanto, difíciles de valorar y eternamente discutibles. Es por ello que nos vamos a tratar de centrar en aspectos más objetivos y medibles del logotipo a la hora de valorar su idoneidad:

1. Legibilidad: Es la capacidad que el logotipo tiene de ser leído y recordado con facilidad. Los grafismos y tipos de letra de fantasía están muy bien, pero si nadie es capaz de entender cuál es el nombre de nuestra empresa...

2. Reproductividad: Es la capacidad que tiene de ser fácilmente reproducido en diversos formatos, tamaños, colores de fondo y medidas, conservando la legibilidad. Importante la reproducción en tamaños pequeños (tarjetas de visita) y en blanco y negro (fotocopias y faxes). Es inútil un logotipo espectacular que si aparece pequeñito en una tarjeta se convierte en un gurruño indescifrable. O un logotipo muy colorido que en una fotocopia  aparece como un pegote gris.

3. Adaptabilidad: Es la capacidad que tiene de ser adaptado en situaciones diversas. Por ejemplo: monos de trabajo, regalos de empresa (plateado, serigrafiado, en relieve) en presentaciones animadas en 3D, etc... Ojo, que no todos los logos son adecuados para esto. Debemos especificarle al diseñador en qué soportes previsiblemente va a aparecer nuestro logotipo.

Por todo ello, cuando “compremos” un logotipo. Nos deberán dar los documentos en formato digital donde consten:

- La definición exacta de los colores (Pantones y/o CMYK)
- Nos deberán dar versiones del logo en varios tamaños.
- Nos deberán dar al menos una versión en blanco y negro para cuando deba aparecer en soportes que no admitan color.
- Conviene que nos suministren (aunque sea pagando un extra) las aplicaciones más básicas del logotipo, por ejemplo en papelería (tarjetas de visita, cartas, sobres, carpetas,…). Lo que denominaremos en los casos más elaborados un "Manual de imagen corporativa"

Hablaremos más en detalle de algunos de estos aspectos en posteriores entradas.

1 comentario:

  1. Un buen recurso para pymes es la de poder tener al alcance de la mano los planes de renting de coches. Esto favorece la economía, la tención a los clientes y la imagen que damos de nuetra empresa

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